La catarata es la pérdida de transparencia del cristalino, que es la lente natural del ojo, que se encuentra detrás de la pupila. A través de esta lente pasan los rayos de luz hasta la retina, dónde se forman las imágenes. Su procedimiento quirúrgico no se realiza con láser, como muchas personas creen.
La catarata es una opacidad, total o parcial, que se presenta en el cristalino. Es la causa más frecuente de ceguera y su causa principal es la edad, pues se presenta en personas mayores con algunas excepciones en gente joven. Además de la edad, se presenta muchas veces por enfermedades sistémicas. La catarata se puede tratar mediante un procedimiento quirúrgico en el que se cambia el cristalino por un lente que permite recuperar la visión. Cuando hay catarata, el paciente presenta una disminución progresiva de la visión asociada a deslumbramiento con la luz del sol.
El procedimiento de Catarata, denominado facoemulsificación, es ambulatorio y requiere la intervención de un anestesiólogo, así como algunos exámenes previos de laboratorios y electrocardiograma. La facoemulsificación es una técnica de cirugía que produce una desintegración del cristalino por ultrasonido, dejando los soportes naturales del mismo para luego implantar el lente intraocular del que hablamos anteriormente. Este lente puede ser de visión lejana o combinada de lejos y de cerca . Si se opta por este segundo lente, se corrige la presbicia y se evitará el uso de gafas para leer a 40 centímetros de distancia. Dado que se práctica a través de incisiones muy pequeñas, el proceso de recuperación visual, en general, es corto comparado a otras técnicas que se recomiendan en casos especiales.