Los ratones, gracias a los resultados que arrojan las investigaciones que se hacen con ellos, se han convertido en la mejor esperanza para los humanos. Un reciente estudio demostró que existe la posibilidad, casi segura, de que la pérdida de la visión causada por la edad avanzada o glaucoma, se pueda detener, realizando una reprogramación celular en las células de la retina.
A esta conclusión llegó la Escuela de Medicina de Harvard después de revertir el envejecimiento de los tejidos y nervios oculares de los animales. El experimento demostró que después del tratamiento los animales recuperaron su función genética interior.
Además de darle inicio al reloj biológico, por decirlo de alguna manera, se pudo curar, de manera casi total, la pérdida de visión en ratones que padecían de una enfermedad similar al glaucoma humano. Hasta el momento los especialistas de glaucoma enfocaban los tratamientos en reducir el deterioro de la vista provocado por el glaucoma. Ahora, con este nuevo avance, hay seguridad de que se puede revertir de manera definitiva. David Sinclair principal investigador dijo: “Se demostró que es posible revertir de forma segura el envejecimiento de tejidos complejos, como la retina, y devolverles su función biológica juvenil”.
Para muchos expertos, este nuevo descubrimiento podría servir para otros tratamientos, encaminados a reparar el tejido de diversos órganos y revertir el envejecimiento y las enfermedades relacionadas con la edad en los seres humanos.
¿Qué hace la reprogramación celular?
La reprogramación celular borra la memoria de desarrollo de la célula, lo que le permite transformarse en un tipo de célula completamente diferente una vez que la célula regresa a su estado embrionario.
Las células transformadas crecen y se dividen en el laboratorio, a diferencia de la mayoría de las células adultas, que no pueden sobrevivir en condiciones de cultivo. Luego, se induce a las células a adquirir nuevas identidades, incluidos los tipos de células más afectadas por la enfermedad del paciente que donó las células originales.
Esta tecnología permite, por ejemplo, convertir células de la piel o del cabello en neuronas o en uno de los 220 tipos de células que componen el cuerpo.
Con esta técnica no se requeriría el uso de células madre derivadas de embriones, ya que pueden generarse a partir de células adultas.
Las investigaciones alrededor de esta técnica pretenden avanzar en la investigación de enfermedades hasta ahora incurables como el Alzheimer, la esclerosis múltiple e incluso la diabetes.